El Sentido de la Vida

Creo firmemente que existe un nivel más profundo, una realidad mayor que sostiene y ordena nuestra vida y que no podemos percibir con nuestros cinco sentidos. Muchas veces somos incapaces de encontrarle un sentido a lo que estamos viviendo, pero cuando todo ha pasado, mirando los hechos con la distancia del tiempo podemos encontrar una razón a haber transitado por algunas experiencias. Hoy les traigo una pequeña historia que les ayudará a comprender cómo el sentido de la vida se devela con el pasar del tiempo:

Había una vez un hombre que vivía con su hijo en una casita del campo. Se dedicaba a trabajar la tierra y tenía un caballo para la labranza y para cargar los productos de la cosecha; era su bien más preciado. Un día el caballo se escapó saltando por encima de las bardas que hacían de cuadra. El vecino, que se percató de este hecho, corrió a la puerta de nuestro hombre diciéndole:

-Tú caballo se escapó, ¿qué harás ahora para trabajar el campo sin él? Se te avecina un invierno muy duro, ¡qué mala suerte has tenido!

El hombre lo miró y le dijo:

-¿Buena suerte o mala suerte? Quién sabe.

Pasó algún tiempo y el caballo volvió a su redil con diez caballos salvajes con los que se había unido. El vecino, al observar esto, otra vez llamó al hombre y le dijo:

-No solo recuperaste tu caballo, sino que ahora tienes diez caballos más; podrás vender y criar. ¡Qué buena suerte has tenido!

El hombre lo miró y le dijo:

-¿Buena suerte o mala suerte? Quién sabe.

Más adelante el hijo de nuestro hombre montaba uno de los caballos salvajes para domarlo y cayó al suelo partiéndose una pierna. Otra vez, el vecino fue a decirle:

-¡Qué mala suerte has tenido! Tu hijo se accidentó y no podrá ayudarte; tú eres ya viejo y sin su ayuda tendrás muchos problemas para realizar todos los trabajos.

El hombre, otra vez, lo miró y dijo:

-¿Buena suerte o mala suerte? Quién sabe.

Pasó el tiempo y en ese país estalló una guerra con el país vecino, de manera que el ejército iba por los campos reclutando a los jóvenes para llevarlos al campo de batalla. Al hijo del vecino se lo llevaron por estar sano y al de nuestro hombre se le declaró no apto por estar imposibilitado. Nuevamente, el vecino corrió diciendo:

-Se llevaron a mi hijo por estar sano y al tuyo lo rechazaron por su pierna rota. ¡Qué buena suerte has tenido!

Otra vez, el hombre lo miró diciendo:

-¿Buena suerte o mala suerte? Quién sabe.

Cuento Sufi

Así como en este relato, muchas veces nos vamos a dar cuenta del porqué de las cosas luego de que suceden. Creo que la vida es divertida y que se puede disfrutar cuando le encuentras un sentido. El tema es que no podemos separarla de nosotros mismos y tomar distancia para observarla y comprenderla sin el pasar de los años. Sin embargo, el nivel más profundo de la vida no está sujeto al tiempo; por lo tanto, te invito a contemplar la posibilidad de desarrollar tu consciencia del lado espiritual. Imagina que, mientras estás pasando por una situación difícil, tengas la capacidad de intuir que hay un orden mayor y que lo que vives tiene una razón de ser. Los dos niveles parecen estar separados, pero solo son dos lados de una misma moneda. Esa moneda eres tú.

Espero que hayas disfrutado esta historia, si es así compártela. ¡Gracias por leerme!